El término Alma Gemela es una manera de referirnos a alguien que nos pueda o quiera comprender, algunos al buscar su Alma Gemela desean encontrar alguien que guste de las mismas cosas, pasatiempos o incluso que compartan determinado gusto musical o literario.
Realmente este es un grave error, si lo que se pretende es que nos comprendan o nos valoren, no es a través de la búsqueda de un gemelo o sombra, sino que depende de la calidad del afecto o amor que seamos capaces de despertar en alguien. Es el amor genuino el que impulsa a hacer un alto y detenerse a analizar la manera de hacer feliz al ser que queremos; no hay nada más absurdo que creer que alguien tiene que ser del mismo ramo laboral o ideológico para entenderse. La manera de ser, el carácter, la disciplina, los valores... trascienden las labores que por cuestiones meramente circunstanciales nos encontremos realizando. Tengamos presente que así como existen personas que practican las leyes por amor a la norma legal, existen otros que utilizan las leyes para obtener las cosas avasallando y usando las omisiones y errores de los códigos penales aplicables en cada jurisdicción...
La persona que te comprende en silencio, que te observa amorosamente mientras duermes, que te asoma en sus pensamientos en cada decisión que va a tomar, la persona que te obsequia una sonrisa y te dice lo bien que luces sin otro interés que el de hacerte feliz, la persona que te disculpa y te da en silencio otra oportunidad porque tiene confianza que vas a cambiar y a ser mejor cada día… esa es tu auténtica ALMA GEMELA!
Tu Alma Gemela debe ser entonces alguien que, sobre todo, tenga la capacidad de poder visualizar en ti aquellas características que te diferencian y te hacen inigualable. No es que el amor este en los ojos del que mira, como se dice por ahí; se trata realmente de que nuestra pareja sea esa ayuda idónea, incondicional que esté dispuesta a darnos una palabra de aliento cuando sentimos que nada nos sale bien…
Realmente este es un grave error, si lo que se pretende es que nos comprendan o nos valoren, no es a través de la búsqueda de un gemelo o sombra, sino que depende de la calidad del afecto o amor que seamos capaces de despertar en alguien. Es el amor genuino el que impulsa a hacer un alto y detenerse a analizar la manera de hacer feliz al ser que queremos; no hay nada más absurdo que creer que alguien tiene que ser del mismo ramo laboral o ideológico para entenderse. La manera de ser, el carácter, la disciplina, los valores... trascienden las labores que por cuestiones meramente circunstanciales nos encontremos realizando. Tengamos presente que así como existen personas que practican las leyes por amor a la norma legal, existen otros que utilizan las leyes para obtener las cosas avasallando y usando las omisiones y errores de los códigos penales aplicables en cada jurisdicción...
La persona que te comprende en silencio, que te observa amorosamente mientras duermes, que te asoma en sus pensamientos en cada decisión que va a tomar, la persona que te obsequia una sonrisa y te dice lo bien que luces sin otro interés que el de hacerte feliz, la persona que te disculpa y te da en silencio otra oportunidad porque tiene confianza que vas a cambiar y a ser mejor cada día… esa es tu auténtica ALMA GEMELA!
Tu Alma Gemela debe ser entonces alguien que, sobre todo, tenga la capacidad de poder visualizar en ti aquellas características que te diferencian y te hacen inigualable. No es que el amor este en los ojos del que mira, como se dice por ahí; se trata realmente de que nuestra pareja sea esa ayuda idónea, incondicional que esté dispuesta a darnos una palabra de aliento cuando sentimos que nada nos sale bien…