Aprendí que aún teniéndolo todo, podemos perderlo en un minuto con solo la palabra adiós. Que aunque la vida te de las oportunidades esperadas de nada sirven si estas no son aprovechadas, que aún teniendo al amor de tu vida si no te amas lo suficiente no serás capaz de amarle ni sentir el amor. Que las actitudes sean buenas o malas hacen los días lindos o el peor de ellos, que el orgullo termina con los instantes que pudieron ser los mejores de nuestra vida. Y que hay momentos que dependen de dos, que tomar decisiones duelen pero que con el tiempo te perdonarás de aquello que hiciste porque era lo sensato. Que aunque se extrañe tanto a alguien es mejor dejarle libre porque no puedas hacerle feliz, que se deben respetar los sentimientos y reacciones de las personas aunque estos no sean los que nos gustarían, que es mejor decir un NO a tiempo, que después lastimar a alguien o a nosotros mismos, que vale la pena arriesgarse a veces y vivirlo, que no todo es malo.
Aunque esto que hoy escribo no es nada nuevo, la diferencia es que cada quien lo aprende a su manera y en su momento
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